Acabamos nuestra temporada de lecturas con un peso pesado de la literatura europea. Elfriede Jelinek y su novela "La pianista". Una voz dura, directa, como un estilo que es como un guantazo en la cara... Pero una voz necesaria, de esas que te despiertan de sopetón y te empujan a plantearte muchas cosas. Sin duda una escritora que nos va a dar mucho que hablar, que es al fin y al cabo para lo que se reúnen los clubes de lectura. Después, ya tendremos tiempo de disfrutar de unas merecidas vacaciones. A disfrutar de la playa o la montaña, pero eso sí, siempre con un libro bajo el brazo. Esta temporada hemos intentado seguir en nuestra línea, es decir, no seguir ninguna pauta. Queremos seguir destacando por nuestro anarquismo a la hora de organizar los encuentros y seleccionar las lecturas. Bueno, en realidad no somos tan caóticos. Como he comentado en otras ocasiones, en esta temporada hemos intentado leer un poco de todo, escritores y escritoras de todas las épocas y

Todas las temporadas, nuestro club de lectura se marca unos "objetivos". Lo pongo entre comillas porque no son unos objetivos obligados, aunque sí intentamos ir haciendo cosas diferentes en nuestras reuniones. Aunque nuestras actividades se centran en torno al libro y a las lecturas que vamos programando, también intentamos hacer otras cosas: reuniones en casas de amigos para celebrar encuentros más informales, sesiones de cine (hace una semana tuvimos una en la biblioteca en la que vimos los cortos " Aquel no era yo" y "Binta y la gran idea "), practicamos senderismo, vamos al teatro, a exposiciones o a conciertos, etc. De algún modo intentamos integrar nuestro club dentro de la vida cultural de la ciudad. También, dentro de las lecturas que programamos, procuramos que estas sean lo más variadas posibles, tanto en géneros, nacionalidad de los autores, temática o épocas en las que se escribieron. Siempre buscamos libros que inciten al debate y que est